Su Gente ! Norte Del Valle.
El cartel del Norte del Valle se forma después de que los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela jefes del Cartel de Cali organizan una reunión sorpresa donde el tema principal era entregarse a la policía para acabar con este negocio ilícito, les habían prometido un máximo de 5 años de cárcel sin que la policía hiciera extinción de dominio sobre sus propiedades. Hubo personas que no estuvieron de acuerdo con ésta repentina disolución del cartel que competía el temible Pablo Escobar jefe del Cartel de Medellín, los que se fueron aludiendo que querían seguir con el negocio fueron los que conformarían el cartel del Norte del Valle; este nuevo cartel tenía como cabeza visible a los hermanos Henao: Fernando Henao Montoya El Grillo, Arcángel de Jesús Henao Montoya El Mocho, Lorena Henao Montoya La Viuda De La Mafia y en especial al temible Orlando Henao Montoya El Hombre Del Overol, jefe máximo del cartel, también contaban con Andrés López Florecita, Luis Alfonso Ocampo Fómeque Tocayo, Víctor Patiño Fómeque El Químico o La Fiera, Carlos Alberto Oviedo Alfaro, Juan Carlos Ramírez Abadía Chupeta, Wilber Alirio Varela Fajardo Jabón, Efraín Hernández Ramírez Don Efra, Iván Urdinola Grajales El Enano, Diego León Montoya Sanchez Don Diego, Luis Hernando Gómez Bustamante Rasguño y con la ayuda del coronel de la policía Danilo González. También tuvo entre sus miembros a Carlos Alberto Renteria Mantilla Beto Renteria, Ramón Alberto Quintero Sanclemente RQ, Miguel Fernando Solano Don Miguelito, Juan Carlos Ortiz Escobar Cuchilla y Jorge Eliécer Asprilla El Negro Asprilla.
Cuerpos desmembrados, atentados con granadas, plan pistola contra transportadores y una mujer asesinada dentro de una iglesia, son señales de la nueva guerra mafiosa que padece la región. ¿Qué está pasando?
Ahora, cuando los vallunos creían que sus días de terror habían culminado tras sobrevivir a la hegemonía de tres grupos mafiosos (los carteles de Cali, Norte del Valle y Pacífico), la región está condenada a padecer una nueva puja territorial, pero con un ingrediente adicional: el enfrentamiento entre pequeños delincuentes que quieren ganar prestigio y poder a sangre y fuego.
Eso es lo que está pasando en el Valle del Cauca, donde pese a que las cifras de homicidios bajaron un 5 por ciento en lo corrido del año, las cosas parecen empeorar en materia de seguridad, en especial en los municipios ubicados en el norte y centro del Valle.
Desde Cartago, Tuluá, Palmira y Jamundí, las poblaciones más violentas después de Cali, las nuevas bandas extorsionan y perpetran crímenes selectivos que si bien no empeoran las estadísticas del departamento, sí recuerdan la oscura época en la que los carteles de la mafia se exterminaban entre sí, dejando una estela de terror, régimen de silencio y creando fronteras invisibles, tal como se vivió hace diez años durante la guerra a muerte entre los capos Wílber Varela, alias 'Jabón', y su archienemigo Diego Montoya, alias 'don Diego'.
En Tuluá, por ejemplo, siguen apareciendo cuerpos torturados y desmembrados a lo largo de la ciudad. Este año suman cinco personas, quienes antes de morir fueron sometidas a toda clase de vejámenes, muy al estilo de la mafia. Agosto fue no sólo el mes más violento con un crimen diario, sino el más atroz en esa ciudad. Los homicidios se cometen por tripletas, el cuerpo desmembrado de la víctima aparece por partes y muchas veces con mensajes.
Así ocurrió el 27 de ese mes con el cadáver de un menor de 16 años, hallado en un andén cerca al río Tuluá. Estaba envuelto en una cobija encintada, amarrado de pies y manos y con un cable en su cuello. Según revelaron miembros del CTI de la Fiscalía, el adolescente tenía dos panfletos que decían, “De parte de 'Los Paisas' y 'Los Chagualos'” y “'Rastrojos'… Zallallines se mueren”.
Semanas atrás, los tulueños recibieron aterrorizados la noticia del hallazgo de otro costal con el cuerpo de dos adolescentes asesinados a garrote y con laceraciones en sus rostros. Y el miércoles 5 de septiembre, apareció la cabeza de otra víctima con un mensaje que decía "de parte de Aníbal, alias 'Picante'".
En el mismo lugar donde hallaron la cabeza, sicarios asesinaron a dos personas. Entre las víctimas de las balas llama la atención la reincidencia de mototaxistas y el empleo de artefactos explosivos para presionar el pago de extorsiones. “La explicación a tanto crimen puede estar en la guerra por el microtráfico”, dijo a SEMANA un exconcejal que pidió la reserva de su nombre.
Ese mismo fenómeno de violencia se repite en Palmira, donde el narcomenudeo se convirtió en el combustible que atomizó las bandas u oficinas de cobro en la ciudad. De hecho, hace poco esta revista hizo un informe donde revela audios que muestran la frialdad de la forma como ordenan asesinatos y extorsiones (ver nota).
Entre 'Machos' y 'Rastrojos'
La situación más compleja se vive en el norte del Valle, una zona conformada por 16 municipios, entre ellos Cartago, Zarzal, Roldanillo y El Dovio, tristemente célebres durante la hegemonía del cartel del Norte del Valle. En esas poblaciones instalaron su poder y terror, capos de la talla de Iván Urdinola Grajales, Orlando Henao Montoya, Diego Montoya Henao, Wílber Varela y Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño'.
Ese terreno abonado fue lo que permitió que el problema del narcotráfico se atomizara en esa zona del departamento y diera lugar a una cantidad de pequeñas bandas criminales sin control alguno y que se tomaron en serio su objetivo de asumir el mando.
El camino les quedó despejado tras las recientes capturas y entrega de reconocidos narcotraficantes, en especial aquellos pertenecientes a 'Los Rastrojos', que es el ejército criminal creado por 'Jabón' y que heredaron los hermanos Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna; este último se entregó hace unos meses a las autoridades de Estados Unidos y su lugarteniente Diego Pérez Henao, alias 'Diego Rastrojo', fue capturado hace poco en Venezuela y extraditado.
El problema es tan suigéneris, que en ese reacomodamiento los babymafiosos se valieron de la ayuda de bandas criminales de otras regiones como 'Los Urabeños' y 'La Cordillera de Pereira'. De paso, revivieron un grupo que ya se creía extinto: 'Los Machos', que era el ejército privado con el que Diego Montoya respondía los ataques de su enemigo Wílber Varela y defendía su territorio integrado por municipios como Zarzal, La Unión, La Victoria, Obando, Toro, Versalles y El Dovio.
Eso es lo que está pasando en el Valle del Cauca, donde pese a que las cifras de homicidios bajaron un 5 por ciento en lo corrido del año, las cosas parecen empeorar en materia de seguridad, en especial en los municipios ubicados en el norte y centro del Valle.
Desde Cartago, Tuluá, Palmira y Jamundí, las poblaciones más violentas después de Cali, las nuevas bandas extorsionan y perpetran crímenes selectivos que si bien no empeoran las estadísticas del departamento, sí recuerdan la oscura época en la que los carteles de la mafia se exterminaban entre sí, dejando una estela de terror, régimen de silencio y creando fronteras invisibles, tal como se vivió hace diez años durante la guerra a muerte entre los capos Wílber Varela, alias 'Jabón', y su archienemigo Diego Montoya, alias 'don Diego'.
En Tuluá, por ejemplo, siguen apareciendo cuerpos torturados y desmembrados a lo largo de la ciudad. Este año suman cinco personas, quienes antes de morir fueron sometidas a toda clase de vejámenes, muy al estilo de la mafia. Agosto fue no sólo el mes más violento con un crimen diario, sino el más atroz en esa ciudad. Los homicidios se cometen por tripletas, el cuerpo desmembrado de la víctima aparece por partes y muchas veces con mensajes.
Así ocurrió el 27 de ese mes con el cadáver de un menor de 16 años, hallado en un andén cerca al río Tuluá. Estaba envuelto en una cobija encintada, amarrado de pies y manos y con un cable en su cuello. Según revelaron miembros del CTI de la Fiscalía, el adolescente tenía dos panfletos que decían, “De parte de 'Los Paisas' y 'Los Chagualos'” y “'Rastrojos'… Zallallines se mueren”.
Semanas atrás, los tulueños recibieron aterrorizados la noticia del hallazgo de otro costal con el cuerpo de dos adolescentes asesinados a garrote y con laceraciones en sus rostros. Y el miércoles 5 de septiembre, apareció la cabeza de otra víctima con un mensaje que decía "de parte de Aníbal, alias 'Picante'".
En el mismo lugar donde hallaron la cabeza, sicarios asesinaron a dos personas. Entre las víctimas de las balas llama la atención la reincidencia de mototaxistas y el empleo de artefactos explosivos para presionar el pago de extorsiones. “La explicación a tanto crimen puede estar en la guerra por el microtráfico”, dijo a SEMANA un exconcejal que pidió la reserva de su nombre.
Ese mismo fenómeno de violencia se repite en Palmira, donde el narcomenudeo se convirtió en el combustible que atomizó las bandas u oficinas de cobro en la ciudad. De hecho, hace poco esta revista hizo un informe donde revela audios que muestran la frialdad de la forma como ordenan asesinatos y extorsiones (ver nota).
Entre 'Machos' y 'Rastrojos'
La situación más compleja se vive en el norte del Valle, una zona conformada por 16 municipios, entre ellos Cartago, Zarzal, Roldanillo y El Dovio, tristemente célebres durante la hegemonía del cartel del Norte del Valle. En esas poblaciones instalaron su poder y terror, capos de la talla de Iván Urdinola Grajales, Orlando Henao Montoya, Diego Montoya Henao, Wílber Varela y Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño'.
Ese terreno abonado fue lo que permitió que el problema del narcotráfico se atomizara en esa zona del departamento y diera lugar a una cantidad de pequeñas bandas criminales sin control alguno y que se tomaron en serio su objetivo de asumir el mando.
El camino les quedó despejado tras las recientes capturas y entrega de reconocidos narcotraficantes, en especial aquellos pertenecientes a 'Los Rastrojos', que es el ejército criminal creado por 'Jabón' y que heredaron los hermanos Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna; este último se entregó hace unos meses a las autoridades de Estados Unidos y su lugarteniente Diego Pérez Henao, alias 'Diego Rastrojo', fue capturado hace poco en Venezuela y extraditado.
El problema es tan suigéneris, que en ese reacomodamiento los babymafiosos se valieron de la ayuda de bandas criminales de otras regiones como 'Los Urabeños' y 'La Cordillera de Pereira'. De paso, revivieron un grupo que ya se creía extinto: 'Los Machos', que era el ejército privado con el que Diego Montoya respondía los ataques de su enemigo Wílber Varela y defendía su territorio integrado por municipios como Zarzal, La Unión, La Victoria, Obando, Toro, Versalles y El Dovio.
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